LEER ARTÍCULO ORIGINAL >

Si hay un rincón de España que incita al romanticismo y al disfrute de la naturaleza, el locus amoenus como reflejaban nuestros clásicos medievales, ese sin duda es Cantabria y en particular la santanderina localidad de Comillas. Un entorno privilegiado que parece más evocarnos la campiña inglesa que enmarca una obra de Evelyn Waugh o de Agatha Christie que cualquier otro paisaje común de nuestro país.

Pero si hablamos de elegancia y distinción para cualquier tipo de evento debemos referirnos al bellísimo enclave de La Portilla. La Portilla es un de las más destacadas casas solariegas de Comillas. La mandó construir Claudio López y López, hermano del primer marqués de Comillas, en 1871. Debe su nombre a la portilla que cerraba el paso al ganado, evitando que accediera al casco urbano del pueblo.

Fue proyectada por uno de los más grandes arquitectos catalanes, José Oriol Mestres, que también participó en otros proyectos llevados a cabo por el marqués de Comillas en aquellos años.

La villa cántabra de Comillas se puso de moda en los veranos de 1881 y 1882 cuando los López quisieron ser anfitriones de la familia real, invitándola a La Portilla y otras importantes casonas como Ocejo y El Llano.

A la muerte de Claudio López y López en 1888, La Portilla pasó a ser propiedad de su hijo mayor, Santiago López y Díaz de Quijano. En aquella época la casona se amplió y se incorporó una galería acristalada, en cuyo extremo se instaló una capilla privada. María Luisa Güell y López, sobrina segunda de los López y Díaz de Quijano, fue la encargada de decorar las paredes interiores de dicha galería con unas magníficas pinturas con motivos florales de estilo oriental, razón por la cual el luminoso y cálido salón fue bautizado con el nombre de Sala Japonesa.

En La Portilla casi cualquier tipo de evento tiene cabida. Son muchos los pequeños detalles que hacen que una celebración sea única y memorable, y para ello es posible contar con todo el equipo de profesionales de La Portilla para asesorar a su clientela sobre todo lo necesario para hacer de tu velada un éxito completo. Es posible personalizar bodas, contactar con los proveedores de tu mayor confianza y el staff te asesorará en lo que necesites tanto en los preparativos como durante el evento. No tenemos exclusividad con ningún proveedor.

En difinitiva una experiencia única e inolvidable que a buen seguro no olvidarás ni tú ni tus invitados. Todo un lujo en Santander a la orilla del Cantábrico.

Para mayor detalles te dejamos el enlace al home de la web de La Portilla.